CIENCIAS
El sector de la minería vive una profunda transformación y en él tienen mucho que aportar los titulados en Enxeñaría de Recursos Mineiros e Enerxéticos, en la UVigo. Es una carrera poco demandada y, de hecho, se han bajado las plazas de primer año de 50 a 30. En el grado se ofertan tres especialidades, pues la labor de estos profesionales abarca todo el ciclo de vida y uso de dichos materiales: recursos energéticos, combustibles y explosivos; explotación de minas; e ingeniería de materiales.
Carolina Rodríguez, alumna de este centro, reconoce que en los primeros cursos las asignaturas son más genéricas, pero que a partir de tercero ya se pueden aplicar más a la futura profesión. «Todo lo que nos rodea está hecho de minerales y, por tanto, nos dedicamos tanto a la prospección como su tratamiento y su aprovechamiento», explica; e incide en que una mina «hay que dejarla como estaba antes, e incluso darle una nueva utilidad a una instalación ya cerrada». La estudiante destaca la presencia en la escuela de profesores asociados, que imparten la asignatura pero que también trabajan como ingenieros, con lo que aportan un conocimiento más práctico a las asignaturas, que, en general, tienen mucha carga teórica.
Las salidas laborales profesionales están vinculada a la gestión de recursos y protección del medio ambiente; a la generación, transformación y transporte de energía (en centrales térmicas e hidráulicas, ciclos combinados o centrales nucleares); al trabajo con explosivos en demoliciones u obras civiles; a la metalurgia o a la explotación, prospección y explotación de recursos.