¿Qué hace un educador social? Muchas personas se hacen esta pregunta cuando se leen el título de grado, que en Galicia se ofrece en las tres universidades (A Coruña, Ourense y Santiago) y por la UNED. Un educador social se dedica a educar a la comunidad (bien en ayuntamientos o asociaciones de diferente tipo) sobre todo en asuntos de inclusión y diversidad; pero también puede diseñar programas de ocio, animación y gestión sociocultural, tanto para jóvenes como para adultos o personas mayores. Detrás de los proyectos de ocio existosos hay educadores sociales que analizan qué necesita una comunidad y busca la manera de proporcionárselo.
Además, pueden tener un papel relevante en momentos puntuales: ante situaciones críticas (el accidente de Angrois o, de forma más local, el asesinato de Diana Quer), una sociedad puede quedar muy afectada, traumatizada de hecho, y son los psicólogos, trabajadores sociales y educadores sociales los que pueden echar una mano para que se viva un proceso de aceptación y superación de lo ocurrido de la manera más equilibrada posible. El acompañamiento a la sociedad en estos casos tan dolorosos tiene grandes ventajas, aunque inicialmente no se vean.
Los educadores sociales ganan protagonismo en el entornos más avanzados, y en España la crisis supuso un parón en la implementación de estos servicios. En otros países de Europa, los colegios e institutos tienen esta figura, que por ejemplo promueve en las aulas la igualdad de oportunidades de los colectivos en riesgo o minoritarios, el feminismo (que es la igualdad entre hombres y mujeres), los comportamientos de respeto al medio ambiente o la asunción de valores cívicos. De este modo, no son los profesores los que tienen que encargarse de fomentar estas actitudes -aunque sí lo hagan de forma transversal- sino que hay un proyecto de centro en ese sentido. En Galicia la figura no está recogida en los programas educativos a pesar de los esfuerzos de distintos colectivos, como el colegio profesional (Ceesg).