Las tareas de un educador no se limitan a la infancia, hay otro grado universitario donde el objetivo es mejorar la vida de colectivos desfavorecidos, independientemente de la edad de las personas que lo forman. Los educadores sociales son profesionales encargados de dar respuesta a las desigualdades sociales desde la educación, pero también desde perspectivas ligadas a las políticas de justicia y bienestar social.
Las personas interesadas por esta titulación deben tener cualidades como saber escuchar, comunicarse bien, tener habilidades para ganarse la confianza de otras personas o saber actuar con calma en situaciones tensas. Es una profesión pedagógica y, por tanto, su herramienta principal es la educación, por lo que esta tiene mucho peso entre los módulos en los que se reparten las asignaturas. Pero también se enfocan en otras ciencias transversales, como la psicología, la economía, la sociología, la filosofía, la antropología o la política.
El trabajo del educador social consiste en planificar acciones que ayuden a colectivos desfavorecidos a vivir en sociedad. Es una profesión muy demandada debido al amplio abanico de necesidades: inmigrantes, personas sin recursos, parados, drogodependientes… Administraciones, oenegés o asociaciones buscan profesionales con este perfil y, aunque no es una titulación muy veterana, la oferta educativa es amplia.
En Galicia se ofrece en las tres universidades (A Coruña, Ourense y Santiago) y por la UNED.