CIENCIAS
En una sociedad como la nuestra, en la que la imagen tiene tanto valor, encargarse de cuidarla y especialmente aconsejar a otros sobre cómo hacerlo es un trabajo muy serio.
Por eso estos estudios son superiores —exigen tener el bachillerato o el equivalente de FP de ciclo medio— y su nota media final da paso a la universidad sin tener que hacer ningún examen. De hecho, en el sistema universitario gallego ya se han convalidado hasta 42 créditos en Podología (un curso exige 60 créditos) y hasta 30 en carreras como Enfermaría (de A Coruña y Ferrol).
¿Qué puede hacer una persona que termina estos estudios? Diseñar tratamientos estéticos integrales, que incluyan un programa hidrotermal, microimplantación de pigmentos, depilación avanzada o masaje estético de drenaje. Pueden trabajar para una empresa de belleza o una clínica estética, donde pueden ser jefes de departamento, o también montar un negocio por su cuenta. Son esteticistas; directores técnicos de empresas estéticas y de imagen personal; directores técnicos de spas y balnearios; técnicos en tratamientos estéticos integrales; especialistas en cada una de las técnicas aprendidas; técnicos en aparatos de estética; expertos en bronceado por radiación ultravioleta y, por supuesto, técnicos comerciales, asesores y formadores.
Hay que tener en cuenta que estos egresados empiezan su vida laboral con 384 horas de prácticas.