CIENCIAS
Todo el mundo puede tener una idea de lo que hace un farmacéutico, pero posiblemente este conocimiento se limite a la persona que despacha tras el mostrador de la farmacia, y en realidad es una titulación que va mucho más allá, aunque siempre vinculada al mundo de los medicamentos y la salud humana.
De hecho, en los últimos años, los colegios de farmacéuticos han avisado de lo que les cuesta a las boticas encontrar personal. Y eso que Galicia es la segunda comunidad española con mayor número de colegiados en Farmacia por habitante, en torno a 200 por cada 100.000 habitantes.
Sin desempleo
Los recién titulados de las aulas de Santiago están muy solicitados: de los 2.380 colegiados de la provincia de A Coruña a principios del pasado año, ninguno estaba en situación de desempleo. La mayoría despachan en boticas, pero hay otras alternativas: alimentación, dermofarmacia, ortopedia, farmacia hospitalaria, distribución o análisis clínicos son otras áreas en las que puede ejercer este profesional sanitario. Como empleados públicos, pueden trabajar como docentes o como farmacéuticos de atención primaria, que desempeñan su labor en los centros de salud. Otros optan por la vía del FIR, siglas de farmacéutico interino residente, equivalente al mir en Medicina: cuatro años de especialidad en los que pueden optar por farmacia hospitalaria, especialista en análisis clínico, bioquímica clínica o microbiología.
La carrera en la actualidad dura cinco años y es habilitante. En la USC pronto habrá una facultad propia, después de años dando clase en diferentes escuelas por un problema estructural del edificio.