CIENCIAS
El trabajo de un farmacéutico tiene un valor reconocido desde hace siglos, pero además es un perfil que hoy tiene un papel clave en el medio rural, donde la farmacia es el primer lugar al que acude la gente en busca de un remedio sanitario. Estos profesionales de la salud venden medicamentos, ofrecen asesoramiento sobre cómo tomarlos y sus efectos secundarios y ejercen en la prevención de las enfermedades y en la promoción de la salud.
La titulación capacita para el ejercicio de la profesión, pero esta no se limita al trabajo propio de las tiendas de medicamentos. Un graduado en Farmacia podrá trabajar en la industria, en especializaciones hospitalarias; en laboratorios de análisis, en la gestión sanitaria y en actividades de educación e investigación.
Tras terminar la carrera, los graduados pueden preparar el examen de farmacéutico interno residente (FIR), para poder trabajar en un hospital. Al igual que ocurre con los estudiantes de Medicina, Bioloxía o Psicoloxía, tras superar el examen, los alumnos optan a una especialidad e inician un período de formación, de entre 2 a 4 años, con remuneración económica, en un centro sanitario. Existen seis especialidades farmacéuticas de formación hospitalaria: Hospitalaria, Análisis Clínicos, Microbiología y Parasitología, Bioquímica Clínica, Inmunología y Radiofarmacia.
La carrera en la actualidad dura cinco años y es habilitante. En la USC pronto habrá una facultad propia, después de años dando clase en diferentes escuelas por un problema estructural del edificio.