HUMANIDADES
Hay diferencia en recorrer una ciudad, un museo o un paraje solo que hacerlo con un guía turístico. Por mucho que uno se acompañe de documentación, es difícil igualar la pericia de una persona que se dedica a mostrar los espacios a los turistas, porque sabe exactamente qué gusta, qué sorprende, qué se recuerda. Un buen guía enseña a ver los espacios con otros ojos de tal manera que nunca parecerán iguales; si está en un punto concreto, facilita al visita la información que necesita para que la experiencia sea completa. Esta FP prepara para eso, para acompañar y asistir a los viajeros en sus traslados y visitas, con el fin de informarles, hacerles disfrutar y transmitirles el respeto por la riqueza patrimonial, cultural o natural que han disfrutado.
Claro que en este ciclo se aprenden otras cosas: a ser informadores de puntos turísticos concretos o en oficinas o espacios de atención al visitante; a coordinar operaciones de diferentes tipos de eventos; a atender imprevistos, quejas o contingencias que pueden ocurrir durante un viaje; y a facilitar el tránsito y transporte de personas en estaciones o aeropuertos. Son, por ejemplo, los azafatos de trenes y barcos, que ayudan al viajero en el proceso y pueden convertir un mal momento en una anécdota sin importancia.
Los puestos que se pueden desempeñar con esta FP se mueven en esos ámbitos: guía local, acompañante, informador en un punto concreto, jefe de oficina de información, promotor turístico, agente de desarrollo turístico local, asistentes y encargados de facturación en terminales de transporte y asistentes en ferias, congresos y convenciones.
Por sus materias de comunicación y de idiomas, este ciclo tiene convalidaciones con 37 carreras diferentes, y en gran parte de las ciencias sociales se han aceptado hasta 30 créditos (60 es un curso completo) de alumnos de esta FP.