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Asesorar y comprobar que las condiciones de un puesto de trabajo son óptimas y seguras para el empleado es la función principal de los técnicos en prevención de riesgos, una profesión imprescindible para el funcionamiento de las empresas. Las más grandes ya tienen incluido este perfil dentro de su personal y las más pequeñas suelen contratar los servicios a una empresa dedicada exclusivamente a ello. Entre las funciones de un prevencionista, que es el nombre utilizado para denominar a estos profesionales, están la evaluación de los riesgos asociados a un puesto, la realización de tareas formativas entre los empleados, la creación de un plan de emergencias o la medición del plan de prevención. Para poder realizarlas es necesario contar con el título superior que se obtiene tras realizar los cursos que marca la ley.
Es importante tener en cuenta que, una vez entren en el mercado laboral, estos profesionales tendrán que ser capaces de adaptar su formación a los riesgos específicos del sector en el que trabajen y, de hecho, es muy habitual que las empresas contraten un servicio de prevención ajeno, pero que tengan una persona de esta empresa dentro de sus filas de manera permanente. También es habitual la labor de estos titulados superiores como formadores, especializados en diferentes sectores y enseñando a los trabajadores las medidas de prevención que deben respetar en su puesto de trabajo.