CIENCIAS
El pasado julio se graduó la primera promoción del Grado de Robótica que imparte la Universidad de Santiago en el Campus Terra, de Lugo, y empresas de toda España demandan estos ingenieros recién salidos de la escuela, pero especializados en todas las fases del ciclo de vida de la maquinaria inteligente.
La titulación se estructura en cuatro cursos, con prácticas obligatorias en empresas, y a lo largo de estos años los estudiantes desarrollan capacidades para diseñar soluciones innovadoras basadas en un sólido conocimiento teórico y con aplicación de tecnología. Los estudios en la USC contemplan una especialización (ahora se llaman menciones) en Agrorrobótica, que se obtiene siguiendo un itinerario de materias relacionadas y que es uno de los puntos diferenciadores de la carrera que se estudia en Lugo respecto a otras universidades españolas.
Gracias a las prácticas obligatorias, los estudiantes entran en contacto con empresas de Galicia, de otras comunidades y del extranjero, un aspecto en el que Lugo también fue pionero. «Ahora hay una salida laboral del cien por cien», asegura Roberto Iglesias, coordinador del grado, convencido de que ser un centro que destaca en esta especialidad eleva las posibilidades de los estudiantes al acabar la carrera. «Hay un mercado laboral que no está saturado», afirma.
En cuanto a las materias, reconoce que los dos primeros años «son los más difíciles con diferencia», porque, aunque estén orientadas a la robótica, tienen mucha carga teórica. No obstante, cita las prácticas de Física, en las que ya empiezan a manejar pequeños brazos articulados, y las asignaturas de Proxectos Integrados, con mucha práctica en laboratorios, con las que también tratan de mantener la motivación del alumnado.
A esta carrera se puede acceder también a través del grado abierto en USC Enxeñaría, también en Lugo, que incluye las ingenierías civil, agrícola, forestal y de procesos químicos industriales.