El plan Bolonia convirtió lo que antes era una diplomatura en un grado, lo que permitió aligerar la carga curricular y ampliarla adaptándola a las necesidades de la actualidad. El grado de Empresariales busca el mismo perfil y tiene las mismas salidas que el de Administración e Dirección de Empresas (ADE), aunque Empresariales como estudios tiene un sesgo más financiero y económico, dejando la parte jurídica, de ventas y de organización empresarial en un segundo plano; se centra más en los aspectos contables y financieros de las compañías, si bien el graduado puede adaptarse a contextos flexibles.
Como ocurre con ADE, quienes hacen Empresariales encuentran trabajo como cargos intermedios en una empresa —para llegar a la alta dirección— y también como analistas, consultores, auditores y asesores empresariales. Pueden trabajar en la Administración pública o en la enseñanza, así como emprender una carrera independiente, ya sea en la rama de la asesoría o directamente dirigiendo su propia empresa.
La universidad coruñesa tiene la opción de un itinerario en inglés (en algunas asignaturas se hacen dos grupos, uno para inglés y otro para gallego/castellano) y la oferta se completa con un doble grado entre Empresariales y Turismo. Esta carrera, a pesar de su nombre, está muy relacionada con la anterior, aunque se centra en la gestión de empresas del sector turístico, especialmente hoteles o grupos similares.